miércoles, 27 de enero de 2016

Resurrección

Toda mi vida imaginando esta despedida, cuando casi ni he confesado todo lo que sentía. Que la gran amistad que mantuvimos pudo convertirse en ese amor soñado, pero que no pudo ser por el respeto a la gran persona que fue tu esposa.

Toda mi vida cuidando también de mi mayor tesoro, mi familia, mis sobrinos, mi madre mi hermana.
¿Dónde andará aquella cabeza organizada, imaginativa estratega y entregada al trabajo.

En este despertar momentáneo del letargo de mi enfermedad, ya no queda tiempo para recordar. Me encuentro desorganizada, desvestida, ya no soy yo mas que en estos breves momentos que recupero la memoria.

Y encuentro esta ventana abierta en el pajar de casa de mi abuela y quiero volar y buscar otra oportunidad donde quiera que se vaya después

Murió en su pueblo natal arrojándose desde la ventana del pajar de su abuela y reencontrándose con todas sus posibilidades, todas las elecciones de su vida con derecho a retroceder y a cambiar y a probar como si de un juego se tratase hasta encontrar su opción mejor.

Y ahora os veo en mi funeral. Y tu que creías que era una más, sin esa profundidad que descubriste en mí acercándote a mis escritos. Cómo te duele haberme perdido, algún día nos reencontraremos, elegiremos la profundidad desde el principio, sin que nos separe jerarquía, edad ni tiempo. Un beso compañera, no te rindas nunca.


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