Soy David Guam y aquí esta mi historia. Cuando tu veas esto yo ya estaré muerto, pero te suplico que leer esto no nuble tu juicio.
Desde niño me encanta el deporte, desde la primera vez que tuve una pelota en frente y de hecho he sido como una especie de experto en todos los deportes, siempre que alguien jugaba a alguno en mi colegio ahí estaba yo y nunca me cansaba, me es imposible decir porqué de todos los deportes que me gustaban fui a elegir el baloncesto, pero así lo hice.
en mi juventud disfruté como nunca jugando partido tras partido, así ha sido hasta el día en que aquel maldito accidente de tráfico me ha postrado eternamente en esta silla de ruedas, así que lo siento pero no quiero seguir aquí si no puedo hacer lo que más me gusta, tengo una 45 en mi mesilla de noche y creo que la voy a usar. Esto no va a doler.
Lo cierto es que cuando me desperté no esperaba ver mi propio cadaver tendido en la silla de ruedas, pero la verdad es que me siento mejor de lo que esperaba, vuelvo a caminar (o lo que en mi estado se puede llamar caminar) y es como si todas mis preocupaciones y tristeza hubieran desaparecido. Cuando los vecinos encontraron mi cuerpo llamaron a la policía y estos dictaminaron que me había suicidado, devolvieron mis restos mortales a mis familiares que me estan enterrando, ahora mismo aquí veo a mi familia y amigos, incluso veo a Nehemías, un viejo amigo del Colegio que no esperaba ver aquí, después de enterrarme todos se van y yo me quedo un rato contemplando mi tumba sin saber muy bien qué pensar.
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