Hoy ha sido una sesión muy especial ya que hemos acogido a dos nuevos escritores, Luis de 34 años y Fatumata de 15 años. Un placer ver como el grupo se mantiene y crece con el paso de los años.
Como colofón a la sesión hemos escrito dos cadáveres exquisitos. Son estos que os dejamos aquí abajo.
Toda vida es divertida. Era la noche en la que todos escriben relatos de terror, un terror y un miedo que enfriaba todo mi cuerpo, incluyendo huesos que asoman de aquella tierra teñida de rojo que recorremos en silencio, en que ni la melodía, ni la voz, ni la risa tienen cabida, silencio que todo lo envuelve. El planeta sigue, el hombre pasa sin dejar un leve rastro en su corteza, se desvanece la vida. Vida es símbolo de felicidad y es lo mejor del mundo.
La mesa está ocupada por todos los cadáveres que han dejado a su paso los escritores creadores de mundos y personajes sin igual que el destino trazan en sus líneas de letras. Símbolos del hombre que intenta expresar su pensamiento con el resto de la humanidad, intentando dejar siempre su marca a fuego. Fuego, espíritu ardiente del calor intenso del sofocón, del calor... Amor, pasión, este es mi adios, vida mía, me alejo, me muero del asco de la impotencia de ver esta mierda de mundo transfigurado por falsos mitos y costumbres cavernícolas
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