Una leyenda está
escrita en un mapa, cuya historia es: en el templo del sol naciente en las
colinas más sobresaliente, se encuentra las partituras de la vida y la muerte,
la vida creada por un servidor de dios, un ángel de puro corazón, creo para que la humanidad tuviera una salvación,
ya que se dice que es capaz de curar cualquier dolor incluso el del amor. Las
partituras de la muerte, es una belleza inocente, creada por la parca una chica
poco benevolente quien lo toque puede causar la muerte a sus oyentes.
Hoshi el
descubridor del mapa, teniendo una enfermedad que con el tiempo le terminara por matar. Sus
últimas esperanzas yacen en una leyenda escrita en un papel sin más, sin
demorar pone rumbo al templo de la montaña antes que la enfermedad lo termine
por acabar, pues su única forma de mantenerse con vida se encuentra en unos hongos
capaz de retrasar el proceso de la enfermedad pero no curar, ya costa de los sentidos ir perdiendo los poco a poco
sin siquiera notar, que tristeza es que su cuerpo poco a poco se le termine por
acabar ya que el tiempo hiso que casi no pudiese mirar o saborear, ni el dolor
era algo que el pudiese sentir sin más, llegando a la sima Hoshi encuentra el
templo sin darse cuenta da unos paso así un cofre donde dentro yace su salvación
pero cuando tiene el papel no podía ver más su visión se terminó por fallar y
sus lágrimas empiezan a brotar, y una
palabras empieza a soltar, aunque no se le puede escuchar ya que el habla era
otra cosa que tan bien se le termino por acabar, pero el viento fue capaz de
entender cada frase en el instante.
Hoshi: hoy me
despido de esta vida, que al parecer muy poco me quería, de una esperanza falsa
que quise tener hasta el final, que solo me termino por de rumbar aún más de lo
que podía estar, por una vida miserable nada más y estoy tan vacío que ni
siquiera puedo llorar, a dios mundo al que alguna vez pude amar, pero de ese
momento ya ni siquiera puedo recordar.
Fue cuando
escucha una hermosa voz y le dice: te canto mi canción?
Hoshi: si viene de
tu voz no veo por qué no.